(Por Sandra Cavazzini) - En el FUTSAL o Fútbol Sala al igual que en el resto de los deportes practicado por niños, adolescentes y adultos, el entrenador debe tener en cuenta la responsabilidad que asume al ponerse a cargo de un equipo.
Cuando de niños se trata, deberá tener asumir que: mediante el deporte se adquieren valores tales como la responsabilidad, la solidaridad y el compañerismo, y que en las primeras instancias se apunta al desarrollo de las destrezas y habilidades básicas tendientes a capacitarlo para la práctica de cualquier deporte, ya que hasta la edad de 11-12 años, no es conveniente especializar al deportista.
La idea clásica de sesión de trabajo es aquella en la que el tiempo se divide en tres partes:
Parte inicial o de calentamiento: se realizan ejercicios globales en los que participan grandes grupos musculares, con el objetivo principal de aumentar la temperatura corporal y la activación de las partes del cuerpo que se van a trabajar. La intensidad suele ser progresiva (de baja a moderada), sin llegar a ser alta o extenuante, para evitar la aparición de fatiga y la progresiva disminución de reservas energéticas que
Parte principal o de desarrollo: se trabajan los contenidos que se planteen en pos de los objetivos. En esta parte donde se realizan la mayoría de los ejercicios específicos en función de lo planificado para el deporte. El nivel de intensidad es el más elevado de toda la sesión, llegando en algunos casos a intensidades casi máximas y de competición.
Parte final: se realizan ejercicios que favorezcan la oxigenación y la recuperación del ritmo cardíaco. También se suelen realizar ejercicios de flexibilidad y elasticidad, sobre todo en aquellos músculos y articulaciones que han trabajado más durante la sesión. La intensidad va en regresión, de baja a muy baja. De la misma forma que en la etapa del calentamiento, los ejercicios desarrollados en la parte final deben ser adecuados a los realizados en la parte principal.
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